martes, 22 de diciembre de 2009

Feliz Navidad

En estos días de reflexión, de paz y de unidad, espero que:


- Llenen sus corazones de alegría

- Alimenten su alma de paz

- Le agreguen una gota de amor

- Y que por un momento volvamos a ser como ese niño del pesebre


FELIZ NAVIDAD 2009

Angelito

Hola a todos!!

Con la espera del bebé de mi concuñada, decidí bordar un angelito para regalárselos cuando el bebé nazca. Así que el fin de semana pasado, fui a comprar ciertos materiales que necesitaba, así como a buscar los colores de hilos, etc.


Ya centré el dibujo en la tela y he empezado a bordar. Aquí les muestro unas fotitos :D





martes, 15 de diciembre de 2009

Cross Stitch: October 2009 (parte 3)

Última imagen del trabajo anterior


Cross Stitch: October 2009 (parte 2)




Cross Stitch: October 2009 (parte 1)

Hola a todos:
Haciendo mi revisión en una biblioteca, encontré esta linda revista... ojalá les gusten los trabajos




Posted by Picasa

sábado, 12 de diciembre de 2009

Angelito

Este trabajo es super lindo, pienso trabajarlo para un regalo de un sobrinito que está por nacer. Lo pueden encontrar en la revista "Hazlo tú misma" Nº 7 (bordado con cinta y punto cruz), publicado por el Grupo La República.



viernes, 11 de diciembre de 2009

Bolas de Navidad


Internándome en la Biblioteca del Británico, encontré la revista que a continuación les muestro donde encontré estas lindas bolas de Navidad hechas a punto cruz




Espero que se animen a hacerlos...


lunes, 7 de diciembre de 2009

Revistas


Hola a todos:


Debo de confesar que una de mis debilidades es coleccionar revistas. Entrando a la Biblioteca del Británico de San Isidro, encontré ésta, la que coloco en este post. Está toda en inglés pero tiene muy buenos patrones.

De paso, me servirá para leer en inglés :D


Uno de los trabajos que empezaré esta semana (si todo sale bien) será de esta revista. Ya les iré dando mayores detalles en el transcurso de la semana.

Saludos

Noticias

Paciencia, constancia, deseos de perfección y pasión por lo que se hace, son las condiciones básicas que reúnen Gloria Ruiz de Zuazo y Carmen Anta en unos impactantes cuadros a punto de cruz que han realizado durante muchos años y que recopilan en la exposición 'Cuadros famosos a punto de cruz', que se inaugura hoy en la sala de exposiciones de la Biblioteca de La Rioja.


Pinturas a punto de cruz

La Joven de la Perla


Gloria Ruiz recuerda que en el año 1997 su nuera, Carmen Anta, tenía una tienda de ropa de niños. Muchas mañanas pasaba a verla cuando iba al mercado y, un día, la vio haciendo unas ovejitas a punto de cruz para ponerlas en el escaparate. Había hecho este tipo de labores cuando sus hijos eran pequeños, pero lo había dejado. Ese día se animó. Cuenta que llegó a su casa y estuvo más de seis horas trabajando. Desde entonces, no ha vuelto a dejarlo.
«Te vas emocionando. Quieres llegar a la cara de la niña, luego a los ojos. Es como el pintor. Yo disfruto muchísimo. Yo digo que paso horas felices a punto de cruz», asegura Gloria. Así han acumulando cuadros que cuelgan en la sala y pasillos de sus respectivas casas. Carmen reconoce que los guarda hasta en el trastero. Sin embargo, no pueden parar. A pesar de su trabajo, le dedica un mínimo de dos horas diarias y Gloria, dos por la mañana y dos por la tarde. «Pero si los sábados y domingos, no tienes ningún compromiso, igual te puedes pasar ocho horas», afirma Carmen.
Trabajo minucioso
Para la exposición en la Biblioteca han recopilado cuarenta cuadros. Aunque la mayoría se inspira en obras de pintores famosos, como Velázquez, Vermeer, Romero de Torres, Lawrence, Renoir y Murillo, también hay obras anónimas y trabajos más sencillos que realizaron en sus inicios.
Pero todos necesitan tiempo. Hay cuadros que pueden llevar desde un mes hasta ocho meses en su elaboración. En algunos se utilizan más de cien colores. Si se suman la tela, los hilos, los marcos y las horas de trabajo, las obras son costosas. Sin embargo, Carmen reconoce que no se les pone precio porque no dejan de ser catalogadas como una manualidad. Por eso para mal vender, prefieren quedárselos y disfrutarlos.
«El punto de cruz tiene mucho trabajo, pero es muy bonito. Requiere mucha paciencia y tiempo. Por eso lo ideal es encontrar un trabajo que sepas que te llena, si no lo dejas pasar. No es difícil aprender porque todo viene en cróquis. Sólo hay que dedicarle mucha atención para que no se desvíen los puntos o te equivoques con los colores», aseguran.
La idea de la exposición surgió porque amigos y familiares les animaron a mostrar sus trabajos. «A la gente le gusta mucho y, además, en Logroño hay mucha afición por el punto de cruz». Así, han realizado una exposición en el Ateneo Riojano, dos en Santo Domingo de la Calzada y, en mayo de 2010, lo harán en la localidad burgalesa de Miranda de Ebro.
La muestra de la Biblioteca estuvo abierta hasta el 27 de noviembre, de lunes a viernes de 19.00 a 21.00 horas y, sábados y domingos, de 1.30 a 13.30horas.

Materiales


Para empezar nuestro trabajo, debemos de considerar no sólo la tela (especial para estos casos), conocida en algunos lugares como cañamazo, tela Aida, etc.

Tenemos que considerar que para trabajar en punto cruz necesitamos:

- Hilos de Bordar, los pueden encontrar en varias marcas

- Revistas y patrones





- Agujas especiales


- Alfileres



- Bastidores


- Papel sedita (que nos servirá para ir cubriendo nuestro trabajo una vez avanzado y así no se maltrate)



viernes, 4 de diciembre de 2009

Tips para un buen acabado

· Como ya sabemos el punto cruz es una puntada en diagonal que se dirige hacia el cuadro superior derecho de donde sale la lana. Después debemos hacer una puntada de regreso desde el cuadro inferior derecho hacia el superior izquierdo.


· Remate: Se debe rematar la tela por todo el contorno para que no se desilache. Generalmente usamos cañamazo, así que es muy fácil que la tela se desilache. Luego se realiza una cruz con un hilo de color diferente a los utilizados en el centro de la tela. Es importante que todas las cruces vayan en el mismo sentido y no hacer nudos por detrás.


· Orientación de las puntadas: Se recomienda que las puntadas se realicen siempre en el mismo sentido. Si uno cambia el sentido del bordado, éste se torcerá.


· Delinear figuras: Debemos delinear las figuras y después rellenarlas, porque eso hace el trabajo más fácil.

· Terminadas todas las figuras se debe hacer el fondo. Esta tarea demora más tiempo, pero debe ser precisa porque se deben rellenar todos los puntos que no forman parte de la figura.


· Tamaño de la tela: Medir la tela que vamos a necesitar para realizar la labor.


· Se debe colocar encima de la labor una toalla con el bordado tocando la misma y, por el revés, pasar varias veces la plancha hasta que la labor quede lisa por completo.


· ¿Cómo guardar el bordado o la tela? Guardar durante tiempo una labor bordada, envuélvela en papel de seda o en un paño de tela y no hará falta plancharla.


· Es importante para que la labor se vea pulcra y ordenada que todas las cruces vayan en el mismo sentido. También es importante no hacer nudos por detrás, que quedan muy feos si la parte trasera va al descubierto y que hacen bultos si la labor es para enmarcar. Se usan dos hebras para las cruces y una hebra para el punto lineal, aunque hay quien prefiere usar tres hebras para las cruces y dos para el punto lineal. En mi caso uso la primera opción para paisajes y motivos más o menos reales, y cuando se trata de dibujos y motivos infantiles suelo usar dos hebras para todo, para que se marquen más las líneas del dibujo.

jueves, 3 de diciembre de 2009

Nociones básicas, materiales y técnica

Texto tomado de: http://claudiacreaciones.blogspot.com/2007/03/sobre-el-bordado-punto-cruz.html

El punto de cruz es un tipo de bordado a hilos contados que consiste en realizar un dibujo o diseño concreto mediante puntadas diagonales, una encima de otra, que forman una cruz.

Materiales necesarios:

Tejidos, hilos y agujas: Se recomiendan tejidos de trama uniforme, que tengan el mismo número de hilos por centímetro de tela, formando cuadrículas fáciles de distinguir. La elección de la tela para nuestro bordado es muy importante y de ella depende el tamaño y efecto de la labor resultante.


- Tela Aida: Se borda con una cruz por cada cuadro del tejido. Hay diferentes tipos de Aida en función del tamaño del cuadro y la densidad de la tela, número de hilos por cm. de tela, lo que influye en el tamaño y efecto de la labor.


Las más frecuentes:
  • Aida 10 ( 10 hilos por 2,5 cm)
  • Aida 14 ( 14 hilos por 2,5 cm)
  • Aida 16 ( 16 hilos por 2,5 cm)
  • Aida 18 ( 18 hilos por 2,5 cm)

-Tela de panamá: Es la tela más empleada para mantelerías, tapetes, etc. Se borda con una cruz por cuatro cuadros del tejido.

- Tela de lino y lugana: Para trabajos más finos. Se trabajan sobre cada dos hilos en cada sentido, la puntada resultante es pequeña y el efecto muy decorativo.
- Cañamazo: Se emplea como guía de la labor. Una vez elegido el tejido donde queremos bordar, una toalla, una sábana, una camiseta, hilvanamos el cañamazo que servirá para trasladar los cuadros del gráfico para que nos quede uniforme y recto. Una vez finalizado el bordado, retiramos el cañamazo tirando de los hilos del mismo, y el bordado quedará sobre la tela.
El tipo de hilo ideal para bordar a punto de cruz es el hilo muliné, hilo de algodón formado por seis cabos, fácilmente divisible en hebras sueltas para bordar con el número de hebras que se necesiten.
Utilizaremos agujas para bordar de punta roma (redonda) que nos evitarán muchos pinchazos y no rompen la trama del tejido.
Otros instrumentos útiles para nuestros bordados:

- Bastidores: Sujetan el tejido mientras trabajamos. No es esencial pero es cómodo y sobre todo es muy importante para conseguir puntadas más uniformes.

- Tijeras afiladas: Unas grandes para cortar las telas y otras más pequeñas para los hilos.

- Caja clasificadora de hilos: Para clasificar y guardar los hilos por colores, muy útiles para encontrar el color que necesitamos con facilidad y evitar que se enreden unos hilos con otros.


- Cartoncitos: Para guardar las hebras sueltas de cada color y que no se enreden.

Nociones básicas
Preparar la tela: En primer lugar debemos medir la tela que necesitamos para nuestro bordado, dejando siempre 10 ó 15 centímetros de margen por cada lado en el caso de que vayamos a enmarcarla. En todos los gráficos que aparecen en las revistas se indica el tamaño de la labor y el tipo de tela sobre la que está realizada. Pero si quieres emplear otra tela, te enseñamos a calcular las medidas:
Cómo se calculan las medidas de una labor en punto de cruz : Dependiendo del tamaño del cuadrado y densidad de la tela, crecerán o menguarán las medidas totales de la labor:
— 1 cm. de Aida 10 (10 hilos por pulgada) equivale a 4,6 cuadritos del esquema.
— 1 cm. de Aida 14 (14 hilos por pulgada) equivale a 5,5 cuadritos del esquema.
— 1 cm. de Aida 16 (16 hilos por pulgada) equivale a 6,6 cuadritos del esquema.
— 1 cm. de Aida 18 (18 hilos por pulgada) equivale a 7 cuadritos del esquema.
— 1 cm. de Lugana equivale a 5 cuadritos del esquema.
— 1 cm. de Lino equivale a 5,9 cuadritos del esquema.
-- 1 cm. de Panamá equivale a 4,4 cuadritos del esquema.

Para calcular la cantidad de tela que consumirá el bordado, busca las medidas del esquema y dividelas por el número de cuadritos que caben en un centímetro de tela. Ejemplo práctico:Un esquema de 182 x 143 cuadritos y una tela del tipo Aida 14. Debemos dividir las dos medidas (182 x 143) por 5.5 y obtenemos los centímetros necesarios (182 : 5.5 = 33 cm.; 143 : 5.5 = 26 cm). Nuestra labor de punto de cruz medirá 33 cm X 26 cm, medida a la que tendremos que añadir 10 ó 15 centímetros de margen por cada lado si vamos a enmarcar la labor. A continuación, sobrehilamos los contornos de la tela para evitar que se deshilache y localizamos el centro de la tela y del gráfico que será donde comenzamos a bordar.


El bordado:

- Cuántas hebras pongo en la aguja: Normalmente se usan dos hebras para las cruces y una hebra para los pespuntes, pero en ocasiones emplearemos tres hebras para las cruces y dos para los pespuntes en telas de trama más suelta o en el caso de motivos infantiles con el fin de marcar más las líneas del dibujo.
- Se comienza a bordar por el centro de la tela de izquierda a derecha en sentido horizontal. Hacemos una fila en una dirección izquierda-derecha y luego volvemos montando de derecha a izquierda para una mayor regularidad en el punto. También podemos hacerlo en sentido vertical o diagonal.

punto de cruz horizontal

punto de cruz vertical

punto de cruz inclinado

- Comienzos y remates, sin nudos: No se deben hacer nudos en el hilo cada vez que cambiemos de color o empecemos la labor, ya que nos daría una sensación abultada y no uniforme del trabajo. Se comienza sujetando el extremo del hilo con la primera puntada y se remata pasando el hilo por el revés de los puntos ya hechos.


comienzo


remate-

- Es esencial que todas las puntadas vayan en la misma dirección , para que la labor terminada nos de sensación de uniformidad.
- Según se va bordando, hay que dejar las puntadas con la tensión justa , intentando que todas sean iguales. Si las apretamos demasiado, la tela quedará retorcida y encogida. El uso del bastidor nos ayudará mucho.
- Agrupa puntadas de un mismo color: Es importante hacer los puntos del mismo color (que están cerca unos de otros) con una misma hebra. Así evitas que el reverso de la tela acabe lleno de hilos que van y vienen a lo loco.
- Evita dar puntadas muy distanciadas con la misma hebra te puedes equivocar y, además, ensucias el reverso.
- Pespuntes: El pespunte se realiza de derecha a izquierda para perfilar el bordado. Debes haber dado todos los puntos de cruz antes de empezar con los pespuntes.
pespunte

Otros puntos :


3/4 punto


1/4 punto

1/2 punto

punto de nudo

Al finalizar la labor, la lavamos y la planchamos cuidadosamente: Primero, la lavamos a mano sin frotar con agua templada y jabón neutro y a mano. Una vez limpia, la dejamos secar extendida y la planchamos por el revés sobre una superficie blanda, cubriéndola con un paño húmedo y pasando la plancha a temperatura de lino.

Historia sobre el punto cruz


El bordado de punto de cruz.


Bordado, labor de embellecimiento de una tela mediante dibujos realizados con hilos y una aguja. La palabra bordado deriva del francés medieval borde. El término se aplicó inicialmente a los ribetes decorativos de punto tejidos en las vestiduras litúrgicas medievales. En esa época, la palabra abarcaba también el adorno en punto sobre cualquier textil, así como sobre cuero, papel y otros materiales. La invención en 1828 de la primera máquina de bordar por el alsaciano Joseph Heilman, hizo posible la producción en serie de bordados. Sin embargo, se sigue practicando como un trabajo de artesanía, al igual que en la antigüedad. También persiste su utilización histórica para la decoración de vestidos, prendas religiosas, murales o colgaduras y ropa para la casa, al igual que en tapicería, alfombras y otros elementos domésticos.


Materiales y técnicas
Los bordados tienen una finalidad tanto funcional como puramente decorativa. En los trabajos de aplicación, se sobreponen al tejido base piezas de tela que contrastan con el fondo. En el caso del nido de abeja los puntos decorativos aseguran frunces, que previamente se han realizado en el tejido de fondo. Los puntos o puntadas decorativas son conocidos por nombres tales como de cadeneta, de manta, el de pluma, de nudos, de raso, de cruz o gross point y el de gobelino, medio punto o petit point. Normalmente el hilo es de seda, lana, algodón o lino. También se utiliza alambre fino y, en algunas labores del siglo XX, fibras sintéticas. Los hilos gruesos o preciosos forman, en ocasiones, diseños diferentes, es decir, se aseguran con hilos simplemente tendidos sobre el tejido de fondo y sujetos a intervalos por puntadas transversales. Algunas técnicas de bordado consiguen una superficie prácticamente plana, mientras que otras elaboran dibujos en relieve. En el calado, se sacan los hilos del tejido de fondo, los rebordes de éste se bordan y los espacios intermedios se rellenan con puntos o puntadas decorativas. En este tipo de bordado, algunos hilos de urdimbre, trama o ambos, se deshilan de la base y los hilos que quedan se agrupan con diversos puntos como la vainica. Algunos bordados se denominan según el tipo de hebra que se emplee, como en el caso del crewel work (del inglés crewel, 'estambre'), con puntadas de lana de estambre de colores brillantes sobre un tejido de fondo de lino beige, blanco o de lana. Otros tipos se denominan según el tejido de fondo que se emplee, como el bordado de gasa. En los bordados de 'hilos contados', el dibujo se realiza siguiendo la trama del tejido base o de un cañamazo que se superpone a éste, que se retira una vez acabado el trabajo.

El bordado conocido como 'tapicería de aguja' también se realiza sobre cañamazo. En este caso la superficie total de la tela se cubre con puntadas idénticas que van formando un dibujo. Los puntos más utilizados para realizar esta labor son el de medio punto o petit point y el de cruz o gros point.


Los primeros bordados
Las antiguas fuentes literarias y artísticas indican que el bordado se aplicaba a la ropa y otras telas desde los tiempos más antiguos. La primera prenda bordada que se conserva, gracias al clima seco del desierto, es egipcia. Los egipcios eran bordadores muy hábiles que también decoraron los tejidos con aplicaciones de piel y abalorios. También se conservan algunas piezas que provienen de los pueblos mediterráneos antiguos y los pueblos indígenas americanos. En Persia, Babilonia, Israel, Fenicia y Siria se crearon centros de delicados bordados. En Perú, por ejemplo, se han encontrado tejidos de algodón con bordados de lana de tipo geométrico y gran colorido en la necrópolis de Ancón. Véase Tejidos latinoamericanos.


Bordados europeos
En el Bizancio medieval se bordaban prendas de corte, vestiduras eclesiásticas y de ceremonia, con dibujos de gran colorido, a menudo copiados de modelos persas y ornamentados con perlas e hilos de oro y plata. A finales de la Grecia medieval se bordaban con seda paneles de lino con dibujos geométricos y florales de influencia persa e italiana. El modelo bizantino se extendió por toda Europa, particularmente en Italia y en el sur del continente. Este estilo figurativo se utilizaba comúnmente tanto en vestiduras para la iglesia realizadas por los talleres italianos, como en los bordados religiosos germanos de los siglos X y XI. España fue uno de los principales centros del bordado de lujo durante la edad media; un hermoso ejemplo de ello es el Tapiz de la creación (siglo XII, catedral de Gerona), realizado en punto de cadeneta y cordoncillo. El bordado medieval europeo más conocido, y la pieza más grande que aún existe es el tapiz de Bayeux del siglo XI. Técnicamente es un bordado más que un verdadero tapiz, y describe la conquista de Inglaterra por los normandos en 1066, en lana de colores sobre un tejido de fondo de lino. La reputación del bordado litúrgico inglés de los siglos XIII al XV se extendió por toda Europa. El estilo era conocido como opus anglicanum y se pone de manifiesto en trajes religiosos y telas bordadas en seda e hilo de metal con imágenes de santos y dibujos similares a los encontrados en cuadros y manuscritos.

El oro se empleó con más frecuencia en bordados a partir del año 1300. La utilización de este metal condujo a la técnica borgoñona, llamada bordado or nué (oro sombreado). Esta técnica dominó el bordado pictórico de los siglos XIV y XV. Los paneles de tela se cubrían con hilos de oro que estaba oculto en algunas zonas del dibujo y cubierto de hilos de seda en otras, creando así un efecto pictórico.
Siglos XV y XVI.

Durante estos siglos en Italia la pintura de aguja o técnica borgoñona alcanzó su punto álgido. Pintores como Antonio del Pollaiuolo crearon escenas para ser representadas por bordadores. A mediados del XVI, el bordado de la vestimenta incluía motivos decorativos profanos tales como grutescos y volutas. Este trabajo se realizaba en monasterios, conventos y también por bordadores profesionales miembros de los gremios. Además de la pintura de aguja también continuó el bordado puramente decorativo. Por ejemplo, la labor con hilo blanco de lino sobre fondo del mismo color se trabajaba con diferentes puntadas para vestiduras litúrgicas y prendas de campesinos. En el siglo XV el calado de hilo blanco sobre fondo blanco hizo aparecer el reticello (del italiano 'pequeña red'), que suponía una primera fase en el desarrollo de la confección de encajes.

En España, debido a los siglos de dominación musulmana, la influencia de los bordados árabes fue muy grande. De los diversos estilos españoles, el más llamativo era el de punto de lana de oveja negra sobre lino blanco. Llevado a Inglaterra en el siglo XVI (según la tradición, por Catalina de Aragón, primera esposa de Enrique VIII), la combinación de colores negro sobre blanco se convirtió en el popular trabajo isabelino de blackwork. La evolución del bordado en la península Ibérica corrió paralela a la del resto de Europa; sin embargo, algunas variedades regionales, que aún se practican hoy día, conservan las características y peculiaridades que tenían en el siglo XVI. Entre las más destacadas se encuentran el de Lagartera, con motivos geométricos y de influencia oriental, el de Mallorca, de exuberante policromía, y el de Cáceres, de inspiración mudéjar y renacentista.

En Alemania, después de la Reforma protestante, el bordado se empleó para objetos domésticos y el crewel work se hizo muy popular. En la Europa oriental y central floreció como un arte del pueblo y se utilizó para decorar almohadones, toallas, sábanas, cenefas y otros artículos para la casa. Los motivos geométricos y florales son comunes y la gama de colores es generalmente brillante y variada.


Siglos XVII y XVIII

Durante estos siglos continuaron las técnicas de siglos anteriores. A pesar de que no eran comunes, los libros de diseños de bordados aparecieron a principios del siglo XVII. Durante este periodo se empleó el dechado como muestra de diferentes tipos de punto y bordados. En el siglo XVIII se crearon dechados en forma de imágenes impresas.

En el siglo XVII aparecieron dos técnicas importantes. En el stumpwork, los diseños (normalmente escenas bíblicas con figuras ataviadas con vestidos del XVII) se confeccionaron en relieve sobre tejidos de fondo de seda o de lana de algodón. Este bordado se usaba con frecuencia para decorar objetos tales como cajas o marcos de espejos. En el trabajo en lana de la época de Jacobo I Estuardo, variedad del crewel work, se confeccionaban grandes telas de lana y tejidos con follajes exóticos, aves y escenas en variados puntos y colores. Estas obras se emplearon como tapices, cortinas, colchas y otros elementos domésticos. Otra tendencia fue el uso de figuras repetitivas, como el 'punto de llama' o Bargello empleado, por ejemplo, en tapicería. El bordado de ropa para hombre y mujer alcanzó su máximo esplendor en los siglos XVII y XVIII. A finales del XVIII el bordado blanco de Sajonia se hizo famoso para decorar puños, pañuelos y artículos similares.


Tendencias del siglo XIX

Después de la Revolución Francesa se tendió hacia formas más sencillas. El bordado sobre tul se hizo popular, así como el trabajo de aplicación, que en ocasiones fue complementado por la pintura. La técnica popular más extendida durante el siglo XIX fue el punto de lana de Berlín, una variedad de la tapicería de aguja o cañamazo realizada en seda, en ocasiones con abalorios, sobre lana de brillantes colores. A finales del siglo XIX el movimiento Arts & Crafts liderado por el diseñador británico William Morris incluía bordados.

Asia


Entre los muchos estilos asiáticos de bordado destacan especialmente los de Irán, India, China y Japón.


Irán e India

No se conserva ningún ejemplo de bordado persa de antes del siglo XVI. No obstante, el viajero italiano del siglo XIII Marco Polo describió diseños que aún se utilizan siglos después en alfombras, mantas de viaje, tapices, cortinas y mantelerías. Eran muy frecuentes los motivos florales y de medallones similares a los de las alfombras persas. Para conseguir una gran variedad de texturas, elemento importante en el bordado persa, se emplearon numerosas técnicas, particularmente el zurcido, el bordado de realce y el calado.

En la India el bordado posiblemente ya se conocía en los tiempos prehistóricos. En el siglo XVI los emperadores mogoles impulsaron este arte y bajo su mecenazgo muchos artesanos persas se instalaron en la India. Los bordados propios de cada región siguieron floreciendo. Entre los estilos más conocidos están el kutch y el kathiawar, en los que el punto de raso está decorado con motivos florales insertados con piezas de material reflectante. En el Punjab, los bordados phulkari muestran diseños geométricos realizados con labores.


China y Japón

Los primeros ejemplos del bordado chino que aún existen son prendas del Turquestán oriental de la dinastía Tang (618-906). Profundamente influenciado por la industria de la seda, que puso a disposición de los artesanos exquisitos hilos y telas, el bordado chino se empleó principalmente para decorar prendas. Los ricos ropajes de los emperadores chinos estaban profusamente adornados con motivos tradicionales y confeccionados sobre un rico tejido de fondo oscuro, a menudo de seda negra. Una técnica característica consistía en deshilar o sacar puntos de raso, con lo que se formaban filas de puntos separadas por estrechas tiras de tejido como fondo. También eran características las filas de hilos de seda en bordados de realce cubiertas por oro y plata.

En Japón, las sedas de colores continuaron bordándose con largas y flexibles puntadas de hilos de seda planos. Son comunes los diseños de flores, aves, líneas atrevidas y motivos abstractos, que conseguían una sensación de armonía por equilibrada distribución del espacio. El bordado japonés de los kimonos femeninos floreció especialmente en los siglos XVII y XVIII.


"Bordado", Enciclopedia Microsoft(R) Encarta(R) 98. (c) 1993-1997 Microsoft Corporation. Reservados todos los derechos.
Tomado de: http://www.tiendapuntodecruz.com/El%20bordado.%20Definicion%20e%20historia.asp

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